La seguridad de nuestros hogares es una de las premisas fundamentales. Por ello, en esta ocasión vamos a analizar cómo garantizar la seguridad de la puerta de entrada a casa.
Elegir un tipo de puerta adecuada
Evidentemente, una de las premisas fundamentales es elegir una puerta de acceso que sea lo suficientemente segura.
Para ello, hay que cuidar que sea maciza y que cuente con al menos 5 cm de espesor. No obstante, este tipo de puerta suele ser bastante cara, por lo que existe la posibilidad de realizar algunas modificaciones interesantes que nos permitirán gastarnos menos dinero y conseguir la mayor seguridad posible.
Una de las opciones que tenemos es utilizar una puerta hueca pero que vaya reforzada en su interior con distintas barras entrecruzadas de forma que en el caso de que el la rompan, tendrán una mayor dificultad para acceder.
Otra opción bastante interesante es utilizar puertas metálicas, que son más económicas aunque algo menos estéticas por norma general.
La cerradura en la puerta
Otro aspecto importante es el tipo de cerradura que utilicemos. Debemos hacernos con una cerradura lo suficientemente segura así como distintos añadidos del tipo de cadenas y barras de forma que cuando nos encontremos en el interior de la vivienda podamos estar tranquilos y con la seguridad garantizada.